El documento de identidad de las personas difiere de su derecho a la identidad, propiamente dicho; uno y otro se encuentran estrechamente relacionados y el primero tiene la virtud de acreditar, de una manera inmediata y directa, frente a la comunidad, al segundo. Este artículo ofrece una serie de reflexiones alrededor del derecho al nombre y al concepto de identidad. Se centra en el documento denominado Tarjeta de Identidad para Costarricenses de Doce a Dieciocho Años, conocida popularmente como la Ley TIM y repasa lo actuado por el Tribunal en relación con este documento.