El artículo describe el deber de los partidos políticos de capacitar, en igualdad de condiciones, a mujeres y hombres. Hace un recuento histórico de los esfuerzos desplegados, en Costa Rica, para obtener financiamiento para la participación política de la mujer, especialmente a partir de la aprobación del nuevo Código Electoral en 2009. Por último, evalúa el desempeño de los partidos políticos en materia de capacitación a partir de los gastos reportados en ese rubro.